miércoles, 30 de marzo de 2011

LA MONEDA SOCIAL EN CATALUNYA

Publicado el 16-03-10 , por Paloma San José 

Hilari Cuadriello es el dueño de la tienda de alimentación ecológica El Racó Ecològic, en Granollers. Desde hace un año, sus clientes pueden adquirir arroz, legumbres y pasta con una moneda local, alternativa al euro, llamada ecoseny, y abonar el 10% del coste del resto de productos con esta divisa social.

Esta moneda, creada a principios de 2009, nació con la intención de crear una red de intercambio en el área del Montseny, entre las comarcas de La Selva, Osona y el Vallès Oriental.
La moneda se puede conseguir dándose de alta en la EcoXarxa Montseny y haciendo una aportación de 15 euros -por los cuales se consiguen 50 ecosenys-, participando en ferias periódicas o bien mediante el intercambio de bienes y servicios.
El ecoseny es la experiencia pionera en moneda social puesta en marcha en Catalunya. Sus promotores han ayudado a proyectar esta iniciativa en Tarragona y preparan su irrupción en el barrio de Gràcia de Barcelona. La circulación de moneda social en Catalunya asciende hasta ahora a 17.000 unidades, de las cuales 10.000 corresponden a ecosenys y el resto a ecos, que es el nombre de la moneda social de Tarragona.
En Suiza hay una moneda alternativa, el 'wir', que nació a raíz de la crisis económica de 1929
Dídac Sánchez-Costa, sociólogo y miembro de la EcoXarxa Montseny, define la moneda social como “dinero en estado puro, que cumple la esencia de su razón de ser: medir las diferentes actividades productivas para poder intercambiarlas de manera ágil y multirrecíproca”.
Estos colectivos agrupan a 180 personas y comercios en el Montseny y otros 100 en Tarragona de diversas profesiones: artesanos, agricultores, informáticos, editores, comerciantes ecológicos, amas de casa, filósofos y diseñadores
Irrupción
Las iniciativas de moneda social y local para fortalecer las economías locales y ahorrar costes de intermediarios han florecido en paralelo al desarrollo de los sistemas monetarios generalistas. Con ellas se puede dar una clase de violín, pintar un local o ayudar a perfeccionar el inglés.
El economista Bernard Lietaer, quien diseñó la moneda única europea en el Banco Central de Bélgica, propugna desde hace años la creación de monedas complementarias a las dominantes en el sistema monetario internacional.
Uno de los casos más paradigmáticos es el de la moneda suiza wir (nosotros, en alemán), creada tras la crisis de 1929. Sus socios intercambian cada año cerca de 2.000 millones de euros al año con su moneda libre de intereses, según explican los promotores de la Xarxa Eco, surgida en Tarragona el pasado otoño.
El responsable de la Xarxa Eco de Tarragona, Sebastian Corradini, cree que la crisis ha ayudado a hacer visible que “los estados no tienen el control de su moneda”. Su tesis se basa en que si las empresas, el trabajo y las personas generan riqueza y siguen teniendo necesidades que cubrir y capacidades que ofrecer a otros, dejan de hacerlo de golpe “por falta de un medio de intercambio”.
Los promotores sostienen que las monedas sociales suponen un sistema de ahorro considerable para los consumidores. Roger Luis Cáceres, estudiante de Economía y miembro de la Xarxa Eco de Tarragona, calcula que los usuarios de este tipo de monedas pueden conseguir un ahorro de entre un 10% y un 20% respecto a las operaciones que realizan en su moneda habitual.
Sánchez-Costa apunta que “cuando el 80% del precio de venta final del producto desaparece al eliminarse los intermediarios, el embalaje, el transporte y muchas restricciones al comercio al relocalizarlo, se reduce mucho el precio final de venta”. Animados por esta idea, los miembros de la EcoXarxa Montseny han creado una central de compras, que permite adquirir productos básicos de alimentación a un precio inferior al del mercado, al estilo de las cooperativas de consumidores.
Las transacciones incluyen actividades muy variadas. Según Corradini, los servicios con más éxito han evolucionado desde diseño gráfico, páginas web, redacción y traducción hasta limpieza, cerrajería, cuidado de personas y cestas de alimentos biológicos. En el Montseny, la mayor parte de las transacciones tienen lugar en las ferias. Las próximas se celebrarán el próximo domingo, día 21, en la localidad de Montseny, y el 17 de abril en Granollers.
Cambiar el mundo
Tras estas iniciativas late el deseo de cambiar el mundo y buscar con la imaginación alternativas a las monedas convencionales. La argamasa que une a estos colectivos, según Sánchez-Costa, es “la creencia compartida de que vale más la pena equivocarnos tratando de construir modelos económicos más humanos, que renunciar a parte de nuestra humanidad para adaptarnos a modelos económicos hoy hegemónicos”.

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