jueves, 31 de marzo de 2011

VIVIENDAS ECOLÓGICAS Y TRABAJO EN LA COOPERATIVA CIS EN CATALUNYA

Salvador López Arnal

La Ecolònia Postcapitalista y Postindustrial es un proyecto de colectivización industrial, que, a diferencia de otras propuestas de eco-aldeas o comunidades, no busca lograr solo la autosuficiencia alimentaria del espacio, sino la autosuficiencia como colectivos, y a nivel nacional, de los elementos industriales y herramientas que generalmente adquirimos a empresas capitalistas internacionales, desde las palas y los arados, hasta los ordenadores y herramientas básicas, explica el eco-sociólogo Didac S.-Costa, impulsor de la Cooperativa Integral Catalana (CIC).

Didac S.-Costa es un eco-sociólogo que ha estado durante siete años en América Latina desarrollando tareas e investigación en el ámbito de la economía alternativa, comunidades, ecociudades, movimintos sociales, como miembro del comité de organización de los campamentos de joventud del Forum Social Mundial a Porto Alegre y Belem. Es uno de los creadores de la EcoXarxes Montseny i Ecoseny.
P. ¿Qué es la Ecolònia?
R. La Ecolònia Postcapitalista y Postindustrial es un proyecto de colectivización industrial, una propuesta de eco-polígono cooperativo y sostenible que estamos comenzando a organizar en una antigua colonia industrial abandonada desde hace 10 años en las orillas de un río en Catalunya. Comenzó en el siglo XII siendo un molino de harina ya, y fue muy activo y poblado desde principios del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
Como muchas otras colonias en Catalunya, constituía un modelo de vida y trabajo en el que se unían tres aspectos centrales: generación de energía con el río, trabajo industrial (normalmente textil) y vivienda de los trabajadores. En sus buenos tiempos había más habitantes en la colonia que en los pueblos de los alrededores. Y, como en la mayoría de las colonias industriales, había duras condiciones de trabajo y explotación laboral. Alejados de los sindicatos y las revueltas de trabajadores de las ciudades, muchas veces con formas de pago internas (vales por el trabajo que luego podían ser consumidos en tiendas del mismo propietario en la colonia), e invariablemente con una pequeña iglesia, que además de las funciones de culto, cumplía una estratégica función de adoctrinamiento y sumisión de los trabajadores a las órdenes del patrón. Igual función cumplía la escuela para los hijos de los trabajadores.
Este espacio, que cuenta con 35 viviendas (de 40 m2 y cuatro habitaciones cada una), 12.000 m2 de naves industriales, una pequeña escuela, comedor comunitario, teatro e iglesia, está siendo comprado colectivamente por una de las cooperativas de vivienda asociadas a la Cooperativa Integral Catalana (CIC).
Queremos hacer allí un nuevo modelo de polígono industrial ecológico y cooperativo, con formas de propiedad y trabajo colectivizadas, que retomen las singulares experiencias de colectivización y control obrero llevadas a cabo en Catalunya durante la Revolución Española, excluyendo, felizmente, el difícil y trágico contexto de Guerra Civil y de enfrentamiento al fascismo internacional, adquiriendo mediante la compra colectiva y organizando desde un primer momento un espacio de producción en un régimen colectivista.
El alto coste de esta compra, 400.000 € más otros 200.000 en reformas, se resuelve mediante la capacidad de trabajo y compra conjunta que ofrece la Cooperativa Integral Catalana y las Eco Redes. 35 familias podrán adquirir uno de estos 35 pisos con una hipoteca de 100 € al mes hasta alcanzar los 25.000 € (o bien con una compra por avanzado de 15.000 €, que evita los intereses a la banca ética, a quien solicitaremos la hipoteca).
Una vez adquirido uno de estos pisos en un régimen de "propiedad cooperativa", ésta se podrá alquilar a otras personas cuando sus propietarios no estén, y en caso de abandonarlo podrá ser vendida por el mismo valor.
Por lo tanto, al entender que vivimos aún en un mundo muy distinto al que nos gustaría ver, y que es necesario construir caminos de transición para andar hacia él, planteamos aún regímenes de propiedad, pero matizando su uso en formas de propiedad cooperativa, a medio camino entre la propiedad privada y una completa colectivización de los espacios de residencia. Por tanto, admitimos en el marco colectivista de la propuesta la propiedad individual-cooperativa, pero no determinados usos de esa propiedad como la especulación o el abandono.
P. En cuanto a los espacios de producción, ¿también podrán ser adquiridos individualmente?
R. Los espacios de producción no podrán ser adquiridos como las viviendas, sino que tendrán un régimen de alquiler con precios sociales, con los precios más bajos que se pueda hallar en el mercado: 1 €/mes el m2. En los espacios de producción, cooperativas, empresas sociales, autónomos o artistas con proyectos colectivos o individuales, afines a la propuesta, podrán organizar actividades económicas autónomas, respetando unos mínimos acuerdos comunes. Por otro lado, la CIC organizará algunas de las producciones que se podrían llevar a cabo. Pensamos en industrias de aquellos elementos ecológicos cuya fabricación están en la línea de lo que esperamos ver y vivir en un mundo más sostenible y decrecentista, elementos que ayuden a eco aldeas y propuestas similares a disponer de lo necesario, por ejemplo calentadores solares de agua, molinos de viento, bicicletas eléctricas, software y hardware libre, etc.
A diferencia de otras propuestas de eco aldeas o comunidades, nuestro objetivo no es tanto lograr la autosuficiencia alimentaria del espacio, sino la autosuficiencia como colectivos, y a nivel nacional, de los elementos industriales y herramientas que generalmente adquirimos a empresas capitalistas internacionales, desde las palas y los arados, hasta los ordenadores y herramientas básicas.
P. ¿Qué significa el concepto de “cooperativa integral”?
R. La cooperativa integral es una propuesta que cuenta con tan sólo un año de vida pero de la que forman parte ya 350 socios y un millar de amigos y participantes de la web social con la que organizamos nuestros debates y proyectos (http://cooperativa.ecoxarxes.cat).
El concepto “integral” hace referencia a que no se trata de una cooperativa únicamente de trabajo o únicamente de consumo, sino que une ambas cosas y muchas otras como la educación, mecanismos de renta básica cooperativa, ecotiendas, centrales de compras, participación comercial en festivales y encuentros, estructura legal para ayudar a las eco redes y otras iniciativas semejantes en Catalunya, eventos culturales, espacios de formación, etc.
El objetivo a largo plazo es lograr construir mecanismos socioeconómicos y laborales que nos permitan prescindir lo más posible de las estructuras industrial-capitalistas, que como tantos otros colectivos entendemos que son social y ecológicamente destructivas. Tras décadas de luchas y reclamaciones desde los movimientos sociales y las izquierdas para que los estados, las empresas y las instituciones internacionales llevaran a cabo cambios que las hicieran más humanas y sostenibles con un pobre resultado, nosotros y muchos otros colectivos que construyen alternativas en todo el mundo, hemos pasado de la protesta a la construcción de alternativas y a la desobediencia civil pacífica ante leyes como el monopolio estatal de la educación infantil, por ejemplo, que merecen ser desobedecidas.
P. Estábamos, creo, en el tema de la estructura patológica de los sistemas de distribución…
R. También la estructura patológica de los sistemas de distribución agroalimentaria global, que aumenta sus beneficios a la par que aumenta el hambre en el planeta, la destrucción ambiental y social entre campesinos y pequeños comerciantes del mundo entero; el creciente e inmenso poder de las grandes corporaciones, que están muy por encima de nuestros gobernantes elegidos democráticamente; y la connivencia entre estas estructuras social y ecológicamente destructivas con el poder establecido, nos llevan a la necesidad ética y ciudadana de desobedecer, imaginar, crear y trabajar en la construcción de estos otros mundos posibles sin solicitar permiso a nadie.
El elemento principal para el dominio del actual sistema hegemónico se ha basado en la división y atomización de familias e individuos, que desde la escuela son educados para obedecer a un maestro, que luego será el patrón, el cura o el telediario, y para desconfiar y ser incapaces de organizarnos en forma horizontal. A pesar de este grave déficit de relación interpersonal de nuestros sistemas de socialización primaria, Internet y las nuevas tecnologías abiertas, horizontales y en red permiten generar propuestas como la CIC o las EcoXarxes (EcoRedes): sistemas bioregionales de economía de intercambio y apoyo mutuo, con monedas locales. El mayor logro de estas iniciativas es haber conseguido dar con una ecuación que permite poner en común y multiplicar los talentos y esfuerzos de centenares de individuos y colectivos, sin que pierdan su autonomía al integrarse en estas redes de trabajo.
Los socios de la Cooperativa Integral pagan una cuota mensual de 6 euros por la que reciben 6 ecocoops, la moneda social de la cooperativa. La CIC participa junto a las otras 8 eco redes catalanas y 300 redes de intercambio en el mundo, en el CES (Community Exchange Systems, sistemas comunitarios de intercambio), una herramienta virtual que permite contabilizar, organizar y mantener intercambios entre las distintas economías y monedas bioregionales.
P. ¿Qué personas forman parte de su proyecto?
R. Actualmente el proyecto de la colonia está formado por unas 85 personas interesadas y apuntadas en la web social, unas 60 interesadas en residir y trabajar, y entre 10 y 20 que hasta ahora focalizan y organizan los trabajos previos para iniciar el proyecto. En pocas semanas llevaremos a cabo un gran encuentro en el que se concretará los compromisos y las aportaciones económicas definitivas del centenar de personas que hasta ahora han mostrado interés.
En un sentido más amplio, la colonia es un proyecto de la CIC, y por tanto su concepción de colectivización no se refiere únicamente hacia adentro, sino también hacia fuera, hacia todo el colectivo de los 350 socios actuales de la CIC, el millar de personas amigas que frecuentan nuestros espacios y herramientas, las ecoredes, y los nuevos socios, usuarios y proyectos.
En cuanto al perfil de las personas que integran el proyecto, hay una gran diversidad de edades, oficios, aficiones, inquietudes y talentos; nos une tan sólo la voluntad de crear alternativas al modelo económico actual, más igualitarias, cooperativas, ecológicas, autogestionadas y alegres!
P. ¿Estáis abiertos a nuevas incorporaciones? ¿Qué condiciones deben tener las personas que deseen incorporarse?
R. Sí que lo estamos; el proyecto es por definición abierto a todo el mundo, sin importar nacionalidades, adscripciones ideológicas, edades, géneros, oficios o talentos, más allá de los mínimos acuerdos comunes que se asientan básicamente en lo que son claros consensos en el campo de la economía social, el cooperativismo, el decrecimiento o la ecología profunda.
Los únicos límites serán los que ofrezca el espacio y las estructuras, pero son muy amplios, y contemplamos la posibilidad de convertir algunos de los espacios industriales en viviendas en el caso de que hubiera una gran demanda. En el caso de que esta demanda superara mucho las capacidades de las que se dispone en esta colonia, se estudiaría la compra de otra de las muchas antiguas colonias industriales abandonadas, que constituyen un patrimonio histórico y una opción de vivienda y trabajo, que se deteriora día a día.
Por último, nuestro objetivo principal es generar un modelo que pueda ser replicado autónomamente por otros colectivos, formen parte o no de la CIC, complementando el amplio abanico de posibles producciones para esos otros mundos posibles, para lo que estamos dispuestos a ofrecer cualquier ayuda en conocimientos y herramientas.
Las únicas condiciones que estamos estableciendo para quienes quieran participar es que comprendan, simpaticen y lleven a cabo formas de convivencia y de trabajo coherentes con el marco de la propuesta, dejando mucho espacio a la libertad e innovación personal y a los nuevos colectivos ya existentes y que quieran participar.
Se podrá participar de muchas formas, y estamos elaborando estos mínimos denominadores comunes o acuerdos básicos, que pasan por la aceptación de formas colectivas de trabajo y convivencia inter-cooperativas. Como por ejemplo que las herramientas que puede aportar cada individuo o cooperativa pueda servir a los demás en lugar de tener usos exclusivos, lo que además de más coherencia, aporta un elemento relevante de competitividad económica ya que no será necesario que cada cooperativa compre, por ejemplo, una impresora, sino que podemos entre todos disponer de unas pocas y mejores impresoras para el uso de todos los núcleos de producción y cooperativas. Tampoco se admitirán industrias o empresas que produzcan bienes o servicios, o que tengan en sus dinámicas internas de trabajo, métodos contrarios a los principios cooperativistas y ecológicos de la propuesta. Se permitirá la posibilidad de residencia y trabajo completamente autónomo del resto del proyecto, pero se dará prioridad a aquellos que vivan y trabajen allí, y a las cooperativas y productores que mejor se adapten a las necesidades de la Ecolonia, de la CIC y de los cambios sociales y ecológicos que esta promueve.
P. Creo que ya han adquirido unos terrenos cerca de Barcelona. ¿Cómo los han conseguido? ¿Qué piensen hacer en ellos?
R. Además del inicio de la compra de este espacio, la CIC cuenta ya con otros espacios de producción y de vida común, que han sido adquiridos de distintas maneras.
Contamos, por ejemplo, con un obrador cooperativo cerca de Girona, un espacio de elaboración de alimentos ecológicos. En este caso se logró un alquiler muy reducido de una masía con los espacios apropiados para esta función, a cambio de la recuperación y mejora de la masía y la huerta; este obrador, formado por ocho personas que se han conocido y organizado a través de la CIC produce alimentos como tofu, seitán, etc., a partir de productos conseguidos mediante moneda social de un grupo de productores de un pueblo de Lleida, jóvenes de allí que han recibido tierras en herencia que han decidido colectivizar, así como sus herramientas y producciones, y que se han unido después a la CIC para llevar a cabo su distribución, al compartir los mismos ideales.
Otro ejemplo es un huerto urbano en la periferia de Barcelona cedido a otros compañeros que se organizaron también a través de la CIC para pedir el uso gratuito de un terreno baldío con una construcción parada por la crisis, hasta que se retome la construcción. En L‘Hospitalet, zona metropolitana de Barcelona, un gran local que sirve de asambleas, almacén y centro de coordinación (junto al Infoespai del barrio barcelonés de Gracia) ha sido cedido gratuitamente en su uso por un propietario que durante décadas ha apostado por la economía solidaria y las monedas sociales, y que por tanto simpatiza con la propuesta y participa de este modo. Cerca de Sort, en los Pirineos de Lleida, una pareja ha organizado una eco tienda adscrita a la CIC en un local cedido gratuitamente; y en el Montseny un grupo de 15 personas comienza a construir una pequeña eco aldea en una masía con 8 Ha con un alquiler muy bajo por un propietario que asistió a una de nuestras conferencias y simpatizó con la propuesta.
Por lo tanto existen diversas formas de participación y de cesión de espacios para proyectos diversos. Nos adaptamos a las distintas realidades de cada tipo de propiedad; nos interesa mucho más el derecho de uso que la propiedad; nos favorece el hecho de que actualmente hay muchos propietarios con problemas económicos que les impiden mantener sus masías, inmuebles o tierras, y cuando es posible y necesario para poder disponer de la libertad requerida, como en el caso de la ecolonia, tratamos de conseguir la propiedad cooperativa mediante la compra colectiva y formas de propiedad conjunta. Esperamos poder contar más adelante con una red de viviendas compartidas que permita llevar a cabo un sistema parecido al de la multipropiedad, pero de tipo cooperativo y en viviendas ecológicas. Y más adelante algún modelo de banco popular cooperativo en euros y moneda social, siguiendo el ejemplo del Banco Palmas en Fortaleza, Brasil, o “comunidades auto financiadas” (CAF, www.comunidadescaf.org) para resolver la dependencia de crédito para iniciar muchos proyectos.
P. ¿Cómo se financian? ¿Tienen alguna ayuda pública o privada?
R. Es difícil comprender a qué nos referimos con financiación, ya que tanto la CIC como la colonia participan en diferentes espacios de economía que responden a distintas necesidades.
Por un lado, al integrar el plano del cooperativismo de consumo, muchas de las actividades se destinan a la satisfacción de necesidades de los cooperativistas, con lo que el valor final no se puede medir con los euros disponibles en caja, sino con los servicios ofrecidos a los cooperativistas. Y esto es difícil de medir, y contempla muchas dimensiones. Por ejemplo, cuando se ofrece una vivienda por una hipoteca de 100 € a 20 años (o de 200€ en 8), habría que compararlo con las hipotecas de 600 a 1.000 € durante 30 o 40 años que se pagan en Cataluña. O el acceso mucho más accesible y seguro a producción ecológica.
Por otro lado, existe mucha actividad de intercambio interno dentro de la cooperativa integral y entre las eco redes, que en este aspecto, se entremezclan indistintamente, y que permiten la elaboración de muchos productos finales e intermedios, para uso y consumo interno, o bien para comercialización externa. También sería difícil de contabilizar, y combina euros y moneda social.
Por último, en cuanto al movimiento de euros, existe por un lado esta venta externa por parte de cooperativas, espacios, proyectos o productores autónomos o plenamente integrados en la CIC, que además de ofrecer productos más baratos y con moneda social al resto de la CIC, contribuyen económicamente con euros provenientes de sus actividades económicas, que a su vez se han visto facilitadas y potenciadas por la existencia de estas relaciones más amplias con las que pueden reforzar sus actividades empresarial-cooperativas.
Por ejemplo el obrador de Girona o los productores de Lleida saben que pueden vender más de lo que pueden producir en estas redes, que cuentan con unos 3.000 consumidores responsables, críticos y fieles. Pueden vender en eco tiendas y ferias, pudiendo establecer porcentajes euros/ecos variables en cada momento y circunstancia; disponer de un camión cooperativo -y un conductor-, para el transporte de mercancías e insumos, espacios gratuitos donde anunciar sus productos, una relación próxima, amiga y co-responsable entre consumidor y productor, etc.
Hasta el momento la principal forma de financiación (en euros) de la cooperativa ha consistido en las aportaciones en forma de cuotas mensuales de los 350 socios registrados como tales. Pero la idea, que ya se comienza a dar en algunos de estos proyectos autónomos adscritos a la CIC, es generar formas de auto empleo de tipo cooperativo, que logren mantener individuos y espacios productivos mediante euros, moneda social, productos, servicios, y residencias compartidas.
P. En cuanto a otras fuentes públicas o privadas…
R. No tenemos ningún tipo de financiación pública o privada, aparte de las de los propios socios cooperativistas, de aportaciones voluntarias, reducciones del alquiler o facilitación en la compra por parte de algunos propietarios que simpatizan con la propuesta. No esperamos contar ni solicitaremos ninguna ayuda o financiación vinculada con empresas capitalistas o la banca; somos muy reticentes pero no nos negamos tanto a ayudas que podría provenir de organismos públicos como centros de investigación, determinadas fundaciones, ayudas públicas a la agricultura y las tecnologías ecológicas, y solicitaremos en algún caso créditos hipotecas únicamente a la banca ética en entidades como Fiare o Triodos. Pero nos basamos ante todo en el crecimiento lento y gradual y la adquisición de nuevos espacios y posibilidades mediante los frutos del trabajo cooperativo, más que en la solicitud de grandes préstamos -exceptuando el caso de la colonia, donde esta era la única posibilidad.
P. ¿No temen fracasar?
R. Creemos que hay muchos elementos que indican que una propuesta de este tipo, tanto la cooperativa integral como la colonia, tienen bastantes posibilidades de éxito.
Por un lado, el innegable fracaso del modelo hegemónico actual, evidente a todos, sea cual sea la orientación política, a pesar de los esfuerzos para mantenerlo -y al hecho de que quienes así lo desean, ostentan el poder mediático, militar, educativo, etc.-, ensancha mucho las posibilidades de cambio social, tan restringidas en las décadas doradas del neoliberalismo y el pensamiento único. Internet, la globalización, la ecología, los métodos wikicráticos, el nuevo trabajador cognitivo de la era de la información, o la nueva meta inteligencia global que nace con Internet nos sitúa frente a un evidente cambio de paradigmas, presente en el aire, y una nueva cultura que en Egipto, Islandia, Bolivia o Barcelona cree y está dispuesta a luchar para construir otras realidades. Pero estas nuevas realidades, presentes ya en nuestro día a día, no encuentran las vías para transformar las organizaciones e instituciones en las que vivimos y trabajamos, y con las que nos gobernamos, ancladas aún en el siglo XX. Por lo tanto existen claros desajustes entre aquello a lo que cada vez más personas aspiran, y aquello a lo que aún nos someten los poderes corporativos y reaccionarios que han gobernado durante siglos.
En Catalunya se han creado más de 100 cooperativas de consumo en tan sólo 10 años por parte en su mayoría de padres mileuristas que no alcanzan al perfil de 22.000 € del “consumidor ecológico en España”, y que antes que verse forzados a ofrecer una alimentación industrial a sus hijos a la espera de que cambien las condiciones salariales o del mercado ecológico, han preferido organizarse mediante asambleas de barrio para crear nuevas organizaciones de distribución agroalimentaria. Esta muestra de organización ciudadana ante las fallas de mercado y de las políticas públicas, unido en nuestro caso a la larga tradición histórica de asociacionismo y sentir ácrata y libertario en Cataluña, hace pensar que esas propuestas no tienen por qué fracasar, sino que, al contrario, pueden ser herramientas muy útiles para vehicular las inquietudes y necesidades de un gran número de personas en el actual contexto histórico. Cada vez más gente, ya no sólo jóvenes o inmigrantes, que no encuentran a través del sistema hegemónico salidas laborales ni tan sólo como llevar comida al plato, cómo complementar la educación básica, cómo pagar para acceder a espacios de socialización y encuentro, cómo dar salida a sus talentos y creatividad, cómo hallar un trabajo que asegure el sustento, unas comodidades mínimas, una buena vida, y la realización personal. Todo esto puede hallarse de otros modos en estas organizaciones.
Y otro elemento central: para “no fracasar”, nuestros modelos no necesitan contar con millones de usuarios, consumidores o clientes.
P. ¿Por qué?
R. Porque necesitamos tan sólo ayudar a algunos centenares de ciudadanos en varias bioregiones, a disponer, como hasta ahora era el comercio ecológico o el mercado local, de alimentos y productos locales. O dar trabajo a grupos de 5 a 15 personas para empezar en una decena de proyectos. Y para esto, una vez lograda la consolidación de las estructuras básicas de trabajo y coordinación, que ya estamos consiguiendo, podemos contar con miles de jóvenes descontentos con el actual sistema que estarían muy interesados por estas opciones de vida y trabajo alternativas. O con los jóvenes llamados “ni-ni” por no estar ni trabajando ni estudiando. Nosotros creemos que tal vez el ni-ni pueda referirse a ni me lo creo, ni participo. ¿Para qué formarse y trabajar en este sistema sin sentido? Es una forma de desobediencia civil o de abstención sociolaboral. De un modo pasivo, pero que afecta a mas del 30% de la juventud española. A todos ellos, la posibilidad de contar con espacios de trabajo y vida en el que sí puedan desarrollar sus aspiraciones e inquietudes, con los costes reducidos por la unión y el trabajo cooperativo, les permite contar con un espacio de libertad muy fértil para la creación social, cultural y tecnológica. Un polo de desarrollo de innovación, y de experimentación social, un espacio libre como es Christiania en Copenhaguen, y en este caso, versado al ámbito de la producción eco-industrial.
La crisis, por supuesto refuerza el interés y el potencial de estas iniciativas. Y los tiempos parecen darnos la razón en hechos como la reciente sensibilización ecológica del gobierno español y su apuesta por las energías renovables tras el encarecimiento del petróleo por las revoluciones en el Magreb.
P. Me da que son muy generosos con el gobierno español… Pero prosiga, prosiga.
R. Cuestiones evidentes hace tiempo para los ecologistas y movimientos sociales, como el uso de bombillas de menor consumo y mejor enfocadas en el alumbrado público, son el tipo de productos que podríamos producir en la colonia y que hasta hace poco sólo defendían los colectivos ecologistas.
Al estar del lado de la lógica en el planeta, significado etimológico de eco-logia, es esperable que todos y cada uno de los campos que trabajamos nosotros y muchos otros movimientos sociales hermanados en Europa y en el mundo, vayan imponiéndose poco a poco al sistema eco ilógico que hoy impera, a pesar de su poder completo sobre nuestras sociedades.
El día en el que la soberanía alimentaria regional y nacional pase a ser una necesidad por el encarecimiento del petróleo necesario para mantener las actuales estructuras kilométricas de distribución alimentaria, modelos de economía bioregional como los que promueven las eco redes -y como habían sido durante milenios los mercados regionales- adquirirán mayor relevancia. Cuando el petróleo alcance precios inasumibles y comience al fin un uso mayoritario de fuentes renovables de energía, algunos de ellas podrán provenir de la Colonia de l‘Anoia. El día que los programas de fidelización de los trabajadores en empresas que necesitarán empleados comprometidos y eficientes en sus complejas tareas cognitivas (en lugar del trabajador sumiso de siglo XX ), las empresas se acercarán aún más de lo que ya hacen con el concepto de RSC a los principios de la economía social y el cooperativismo, en el que nosotros habremos trabajado ya años. Los tiempos históricos corren sin duda a favor del sentido común, de lo que es lógico en el planeta, lo eco lógico. Y la implementación de métodos colectivos ecológicos favorece la competitividad, también desde un punto de vista estrictamente económico, de estas iniciativas.
Y aún así, no nos asusta fracasar. Como tantos otros movimientos sociales y políticos progresistas en la historia, preferimos -en un plano metafórico, felizmente- “morir luchando que vivir arrodillados”; preferimos equivocarnos y fracasar tratando de construir modelos más justos, sostenibles y humanos de economía, que perder parte de nuestra humanidad y sentido común tratando de adaptarnos al actual sistema, tan claramente deslegitimado económica, ecológica y desde el primer día, moralmente.
Además, el éxito de una iniciativa de este tipo no se da únicamente en el caso de consolidarse económicamente durante años sin perder los ideales por el camino, sino que con el simple hecho de existir y de haber existido ya unos meses, se logra contribuir a dar un gran paso adelante: ser una propuesta que, en el caso de fracasar en nuestro intento, pueda ser aplicada, continuada o mejorada en cualquier otro lugar del mundo.
Nosotros tenemos como referentes históricos imprescindibles y muy valiosos, experiencias que generalmente duraron poco tiempo, como la Comuna de París, las colectivizaciones obreras del 36 al 39 en Cataluña y en el campo de Aragón y Andalucía, los falansterios y experiencias de socialistas utópicos como Robert Owen, las comunidades hipies y libertarias o los kibbutzim.
Todos estos referentes históricos y muchos más, que permiten ilustrar el camino que pueden seguir las luchas actuales, han durado muchas veces poco tiempo, y generalmente han sido torpedeados por los enemigos del progreso en el campo de la democracia económica e industrial. En el caso de las colectivizaciones obreras durante la Revolución Catalana, nuestro modelo de referencia más relevante, principalmente (y paradójicamente) por el estalinismo, por los sectores republicanos y socialistas y lógicamente por el fascismo.
Por lo tanto fracasaremos en nuestro intento si no somos capaces de ofrecer ni por unos meses una nueva propuesta de organización socioeconómica y laboral. Con la ecolonia esto aún no está garantizado, y sin duda es uno de los proyectos más arriesgados y grandes en los que estamos, pero como colectivos de las eco redes y la CIC, podemos ver ya muchas propuestas en marcha, y el ejemplo ya está siendo replicado en otros lugares, lo que aligera la presión de la necesidad de éxito de la experiencia.
P. No le quiero ocultar que, en mi opinión, idealizan mucho aquella experiencia de colectivización y que colocar en un mismo plano estalinismo, republicanismo, socialismo y fascismo es una conjetura político-histórica de alta tensión y con mucha documentación falsadora. Pero es sólo una observación. ¿Qué relaciones mantienen con otras cooperativas o colectivos?
R. La cooperativa integral mantiene relaciones abiertas con cualquier otra cooperativa o productor ecológico que quiera participar o aprovechar alguno de los recursos colectivos de los que disponemos. Cualquier cooperativa ya existente puede asociarse a la CIC como "espacio de producción", aportando una cuota de 26 € mensuales a cambio de los que recibe 26 ecocoops, y puede disponer de las herramientas y servicios cooperativos. Hasta el momento hay una cooperativa unida, y ahora con la colonia esperamos poder establecer muchas más asociaciones con otras cooperativas en una amplia gama de servicios y productos.
P. ¿Qué les distingue de otros intentos?
R. Lo que más nos distingue de otros intentos es la capacidad de haber logrado construir un espacio de inter cooperación, tanto entre cooperativas y proyectos, como entre individuos. Y este es un elemento necesario de cara a la consolidación de las muchas propuestas alternativas al actual marco económico. También nos distingue el hecho de introducir la moneda social, y de no usarla únicamente con finalidades de intercambio, sino combinarla también con espacios de trabajo, producción y comercio en distintos porcentajes euro/moneda social.
P. Lo conseguido en Mondragón, ¿es un modelo para ustedes?
R. Mondragón constituye sin duda un ejemplo muy relevante y una de estas experiencias históricas de inspiración. Actualmente se discute en muchos de nuestros ámbitos y en espacios de la economía social hasta qué punto Mondragón se ha apartado de los ideales iniciales, de un modo parecido a como se hace la misma crítica a los Kibbutz israelitas. Sin embargo ambos casos constituyen, aunque haya sido sólo en sus inicios, en este caso con el padre Arizmedi, el cura rojo que felizmente escapó del paredón fascista, un modelo que abre el imaginario a nuevas posibilidades distintas a la empresa capitalista convencional.
P. Pero existen algunas similitudes…
R. Existen muchas similitudes y algunas diferencias entre esa experiencia y la nuestra. Es evidente que el contexto de posguerra y franquismo en el que surgió es bien diferente del actual. También es distinta la configuración sociológica e industrial del pueblo euskera y el catalán, el hecho de que en ese caso los socios vivieran y trabajaran en el mismo pueblo o región, las innumerables innovaciones tecnológicas desde entonces, que hacen que estas comunidades ahora puedan darse entre personas alejadas por grandes distancias físicas pero grandes proximidades ideológicas, acercadas a través del ciberespacio. Y finalmente el hecho de que en ese caso la unión de cooperativas se basara en estructuras de escala industrial considerables, sectores metalúrgicos y producción de electrodomésticos, mientras que nosotros hemos comenzado basándonos en tareas como la producción agroecológica y la alimentación, y tan sólo ahora con la colonia, en el inicio de la elaboración de productos más sofisticados tecnológicamente y que requieren mayores capitales, y por tanto un banco popular como Caja Laboral en Mondragón.
Otra diferencia, que es tal vez lo que constituye la crítica principal que muchos estudiosos y activistas de la economía social atribuyen a Mondragón: que usa un cooperativismo capitalista, es el hecho de que las cooperativas de trabajo por sí solas, y una agrupación de éstas como es Mondragón, en un contexto comercial, productivo y monetario estrictamente capitalista, una isla de cooperación en un océano capitalista, está destinado o bien a tener grandes dificultades o bien acoplarse de algún modo al entorno que le rodea. A pesar de haber logrado un entorno cooperativo regional, la dependencia, tal vez por la escala del tipo de productos, de mercados mas amplios capitalistas, ha producido desviaciones no deseables de los primeros ideales.
Nosotros trabajamos también en la transformación de ese entorno, en el lado del consumo. No nos fijamos únicamente en la organización cooperativista dentro de los espacios de producción, sino que ya previamente y en paralelo hemos estado trabajando en la organización del consumo, distribución, comercialización, y hasta en la moneda propia y social con la que nos organizamos. Por lo tanto nosotros no estamos constituyendo espacios cooperativos en entornos altamente competitivos, sino que estamos construyendo espacios de producción cooperativa que proveerán principalmente -pero no únicamente- a entornos cooperativos ya organizados.
Trabajamos a la vez en tres espacios económicos concéntricos cuyo tamaño es variable en cada momento y en cada región: un primer espacio de economía de donación, sin registro y reciprocidad, que se da entre los individuos que forman parte de las eco aldeas y los espacios colectivizados; un segundo espacio de intercambios directos e indirectos mediante la moneda social, donde por tanto hay registro y reciprocidad, pero en términos y en un entorno plenamente cooperativo, social sostenible; y un tercer espacio de interacción con el sistema hegemónico (que queda en la periferia de nuestro sistema, al contrario de lo que acostumbraba a ocurrir), en el que vendemos en euros y hacemos pedagogía práctica y teórica a terceros, consumidores y visitantes de las eco redes y de la CIC que por una u otra razón aún no están inscritos en alguno de los espacios, pero sin embargo simpatizan con la economía social y sostenible.
Dicho esto, sí que consideramos que de algún modo estamos haciendo con la cooperativa integral y las eco redes algo parecido a una versión catalana de modelo económico cooperativista de Mondragón. Pero en realidad tal vez mantenga muchos más similitudes con el ignorado pero grandioso ejemplo de las colectivizaciones industriales del 36 en Catalunya y sus agrupaciones por ramas industriales.
P. ¿Los miembros de su colectivo tienen alguna ideología, alguna cosmovisión compartida?
R. No existe una definición explícita de la ideología que nos une, un cuerpo teórico completo que pueda definir, de modo que hubiera un consenso completo, el tipo de actividades que estamos llevando a cabo. Cualquier definición o descripción política o ideológica que se propusiera toparía probablemente con el bloqueo de muchos socios de la CIC o usuarios de las eco redes, que apelarían a la diversidad y a la libertad individual a la hora de definirse políticamente. Y al basarnos en el consenso, seria difícil de establecer, y tal vez innecesario.
Aún así existen unas aspiraciones y creencias compartidas de un modo bastante claro, que desde un punto de vista sociológico si pertenece claramente a una misma línea ideológica: el comunismo libertario, el anarquismo, o tal vez de modo más apropiado y renovado, la cultura, prácticas y movimientos sociales eco libertarios.
Compartimos sin duda todos nosotros el rechazo alimentación transgénica, el amor hacia el cultivo ecológico y natural, el apoyo al comercio justo, la banca ética y a todas las formas de economía social, la pedagogía libre, las energías renovables, el cooperativismo, la agroecología, la democracia asamblearia, el círculo y el método del consenso, el software libre, la cultura abierta y sin propiedad intelectual, las formas de trabajo entre iguales y colaborativas, el ecumenismo espiritual incluyendo una gran porción de ateísmo, el antiimperialismo, el feminismo, la simpatía con diversas opciones políticas de izquierda que generalmente se decantan en una amplia mayoría por el rechazo a las formas parlamentarias, entendidas como formas encubiertas de dictadura o lo que en Francia comienza llamarse "democratura", creyendo que allí donde no llega la democracia asamblearia, que puede crecer a gran escala mediante modelos de redes en red, no es un espacio legítimo de toma de decisiones.
Compartimos por tanto muchas visiones y conceptos, básicamente anti o post capitalistas, pacifistas y anti parlamentarias, pero no se exige ningún tipo de afiliación ideológica; cada individuo es libre de votar a quien le plazca (aunque la mayoría no vota), y no tenemos aún una carta de principios que explicite una línea ideológica específica.
P. Antes ya ha hablado de ello, pero permítame insistir. ¿Creen que el movimiento cooperativista puede ser una alternativa a la crisis, a la inconmensurable crisis en la que estamos inmersos?
R. Sí, sin duda. Las transformaciones sociales y tecnológicas que vivimos, la crisis sistémica que añade un fallo grave de eficiencia económica a las fallas ecológicas y sociales que ya admitía el liberalismo, y el surgimiento de un trabajador cognitivo que distorsiona las relaciones de poder en toda empresa, conducen sin duda hacia los métodos y postulados que históricamente ha defendido y promovido el cooperativismo. Ejemplo de ello es la introducción del concepto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en todas las empresas, multinacionales y administraciones, que dan, al menos formalmente, unos pasos claramente dirigidos hacia la sostenibilidad y mayores grados de democracia en la empresa que sólo se culminan verdaderamente en la empresa cooperativa.
Vemos otros ejemplos en corporaciones innovadoras como Google, que también introducen mayores grados de horizontalidad entre los trabajadores, imitando los métodos universitarios de donde provienen los creadores de esta empresa, siendo ésta una de las claves de su éxito; o el nuevo concepto de wikinomia, croudsourcing o economía de fuentes abiertas y multitudinarias, inspiradas en el movimiento social del software libre o ejemplos de colaboración masivas entre iguales como Wikipedia.
Todo ello conduce indiscutiblemente hacia los postulados del cooperativismo, aunque en muchos casos se trata un de cambiar algo para no cambiar nada. Pero cada vez el consumidor es también más consciente e informado, y sin duda los tiempos de crisis económica y de legitimidad de las actuales estructuras hegemónicas facilitan la apertura mental, cultural y mediática hacia nuevos experimentos de organización socioeconómica y laboral. Cualquier cosa que pueda ayudar frente a la incesante destrucción de empleo, es bienvenida, aunque sea, como en nuestro caso, una propuesta de cambio transformador radical. Algo mucho más difícil en tiempos de vacas gordas.
Nos hallamos frente a una lucha entre la consolidación final de la plutocracia, el gobierno de los ricos, de las 300 mayores corporaciones, banca, dictadores y monarquías, y la emergencia de nuevas formas de organización de tipo ciudadano y wikicrático. Nosotros esperamos poder contribuir a lo segundo.
P. Tampoco le oculto que mi imagen de Google es algo distinta pero tampoco es ahora este tema punto esencial. Construir una asociación económico-cultural cooperativa en un marco de fuerte desarrollo y dominio capitalistas, ¿no es un sueño? ¿No son algo utópicos?
R. Si es un sueño, pero un sueño que merece ser soñado. Y como dijo el cantautor brasileño Raul Seixas: “sueño que se sueña sólo es sólo sueño, sueño que se sueña juntos es realidad”. O el cantautor cubano Silvio Rodríguez: “preferimos hablar de lo imposible, porque de lo posible se sabe demasiado”. O simplemente del más conocido John Lennon: “Imagina”.
No nos espanta tampoco ser considerados utópicos, pues como hemos dicho, este movimiento vendría a formar parte de lo que históricamente se consideró socialismo utópico. Y no podemos saber, porque las bombas de Franco, Hitler y Mussolini, y el abrazo del oso a la República de Stalin no permitieron saber si una de las construcciones más elaboradas de socialismo utópico en el mundo, las colectivizaciones obreras de la revolución catalana y española, hubiera podido consolidarse y prosperar. Y tampoco aguantaron mucho tiempo otras experiencias similares. Pero sí sabemos que este llamado socialismo utópico acertó indiscutiblemente en su apreciación acerca del comunismo estatal: “poned al más ferviente revolucionario al mando de todas las rusias y se convertirá en el mayor de los tiranos” (Bakunin, 1880), y al advertir que la socialdemocracia era o acabaría siendo un instrumento para la consolidación del capitalismo liberal, como efectivamente muestra la socialdemocracia europea actual, y especialmente el PSOE de un modo radical los últimos años.
Creemos, por último, como hemos dicho, que los cambios actuales, especialmente la crisis sistémica y la revolución tecnológica, facilitan la construcción de alternativas socioeconómicas laborales coherentes con el mundo tecnológico y en red en el que estamos. Y a llevar a cabo un llamado impostergable para evitar un colapso planetario inmediato, hacia una profunda rectificación y replanteamiento de todas nuestras estructuras económicas y políticas. La utopía hoy en día es pensar que nada cambiará. Es también una visión poco científica, ya que históricamente, cuando se han dado los elementos actuales, se ha producido un cambio profundo de paradigmas, regímenes políticos y económicos.
P. Tampoco le quiero ocultar que no acabo de ver la justicia de su comentario sobre la ayuda soviética a la II República española pero tampoco esto es importante ahora. Lo que sí me gustaría es desearles suerte y manifestarle mi más profunda y sentida admiración por sus finalidades y por su práctica. ¡Que la justicia, la igualdad, la fraternidad, la solidaridad y la libertad (y la fortuna) les acompañen!
* http://cooperativa.ecoxarxes.com, www.ecoseny.net, www.didaccosta.wordpress.com
didacscosta@gmail.com

miércoles, 30 de marzo de 2011

LA MONEDA SOCIAL EN CATALUNYA

Publicado el 16-03-10 , por Paloma San José 

Hilari Cuadriello es el dueño de la tienda de alimentación ecológica El Racó Ecològic, en Granollers. Desde hace un año, sus clientes pueden adquirir arroz, legumbres y pasta con una moneda local, alternativa al euro, llamada ecoseny, y abonar el 10% del coste del resto de productos con esta divisa social.

Esta moneda, creada a principios de 2009, nació con la intención de crear una red de intercambio en el área del Montseny, entre las comarcas de La Selva, Osona y el Vallès Oriental.
La moneda se puede conseguir dándose de alta en la EcoXarxa Montseny y haciendo una aportación de 15 euros -por los cuales se consiguen 50 ecosenys-, participando en ferias periódicas o bien mediante el intercambio de bienes y servicios.
El ecoseny es la experiencia pionera en moneda social puesta en marcha en Catalunya. Sus promotores han ayudado a proyectar esta iniciativa en Tarragona y preparan su irrupción en el barrio de Gràcia de Barcelona. La circulación de moneda social en Catalunya asciende hasta ahora a 17.000 unidades, de las cuales 10.000 corresponden a ecosenys y el resto a ecos, que es el nombre de la moneda social de Tarragona.
En Suiza hay una moneda alternativa, el 'wir', que nació a raíz de la crisis económica de 1929
Dídac Sánchez-Costa, sociólogo y miembro de la EcoXarxa Montseny, define la moneda social como “dinero en estado puro, que cumple la esencia de su razón de ser: medir las diferentes actividades productivas para poder intercambiarlas de manera ágil y multirrecíproca”.
Estos colectivos agrupan a 180 personas y comercios en el Montseny y otros 100 en Tarragona de diversas profesiones: artesanos, agricultores, informáticos, editores, comerciantes ecológicos, amas de casa, filósofos y diseñadores
Irrupción
Las iniciativas de moneda social y local para fortalecer las economías locales y ahorrar costes de intermediarios han florecido en paralelo al desarrollo de los sistemas monetarios generalistas. Con ellas se puede dar una clase de violín, pintar un local o ayudar a perfeccionar el inglés.
El economista Bernard Lietaer, quien diseñó la moneda única europea en el Banco Central de Bélgica, propugna desde hace años la creación de monedas complementarias a las dominantes en el sistema monetario internacional.
Uno de los casos más paradigmáticos es el de la moneda suiza wir (nosotros, en alemán), creada tras la crisis de 1929. Sus socios intercambian cada año cerca de 2.000 millones de euros al año con su moneda libre de intereses, según explican los promotores de la Xarxa Eco, surgida en Tarragona el pasado otoño.
El responsable de la Xarxa Eco de Tarragona, Sebastian Corradini, cree que la crisis ha ayudado a hacer visible que “los estados no tienen el control de su moneda”. Su tesis se basa en que si las empresas, el trabajo y las personas generan riqueza y siguen teniendo necesidades que cubrir y capacidades que ofrecer a otros, dejan de hacerlo de golpe “por falta de un medio de intercambio”.
Los promotores sostienen que las monedas sociales suponen un sistema de ahorro considerable para los consumidores. Roger Luis Cáceres, estudiante de Economía y miembro de la Xarxa Eco de Tarragona, calcula que los usuarios de este tipo de monedas pueden conseguir un ahorro de entre un 10% y un 20% respecto a las operaciones que realizan en su moneda habitual.
Sánchez-Costa apunta que “cuando el 80% del precio de venta final del producto desaparece al eliminarse los intermediarios, el embalaje, el transporte y muchas restricciones al comercio al relocalizarlo, se reduce mucho el precio final de venta”. Animados por esta idea, los miembros de la EcoXarxa Montseny han creado una central de compras, que permite adquirir productos básicos de alimentación a un precio inferior al del mercado, al estilo de las cooperativas de consumidores.
Las transacciones incluyen actividades muy variadas. Según Corradini, los servicios con más éxito han evolucionado desde diseño gráfico, páginas web, redacción y traducción hasta limpieza, cerrajería, cuidado de personas y cestas de alimentos biológicos. En el Montseny, la mayor parte de las transacciones tienen lugar en las ferias. Las próximas se celebrarán el próximo domingo, día 21, en la localidad de Montseny, y el 17 de abril en Granollers.
Cambiar el mundo
Tras estas iniciativas late el deseo de cambiar el mundo y buscar con la imaginación alternativas a las monedas convencionales. La argamasa que une a estos colectivos, según Sánchez-Costa, es “la creencia compartida de que vale más la pena equivocarnos tratando de construir modelos económicos más humanos, que renunciar a parte de nuestra humanidad para adaptarnos a modelos económicos hoy hegemónicos”.

¿MONEDA SOCIAL?

Intercambios sin dinero

Implantadas desde hace años en América Latina, a finales de 2009 se inició la primera experiencia en Cataluña.
¿Cómo sería un día sin dinero? Al menos, sin dinero oficial. 

La respuesta está en la denominada moneda social, un sistema implantado desde la década de los ochenta en regiones de América Latina y que, a finales de 2009, se puso en marcha en España. El lugar elegido: Cataluña. Allí se han comenzado a usar los ecos, una moneda aceptada en redes de intercambio de todo el mundo para adquirir cientos de productos y servicios. Este dinero comunitario también se utiliza en Alemania, donde en algunas zonas sirve para impulsar el comercio justo, los negocios locales y la contratación de personas desempleadas.
  • Autor: Por AZUCENA GARCÍA
  • Fecha de publicación: 26 de febrero de 2010

Experiencia pionera

El pasado 27 de octubre se comenzaron a usar ecos en España, una moneda social que sirve para realizar transacciones. Hasta el momento, se admite en 170 redes de intercambio de todo el mundo. Cataluña es la comunidad pionera. Ya se han organizado ferias donde se permite el pago con ecos y sus impulsores, la Xarxa Eco, ponen a disposición de las personas interesadas más de 200 productos y servicios que se abonan con esta moneda. Incluso es posible disponer de una cuenta eco, que simula a las cuentas bancarias tradicionales

Entre sus desventajas, destaca la posibilidad de acumular moneda sin encontrar una oportunidad para darle salida
Hasta el momento, se han intercambiado más de 5.000 ecos. Su filosofía se basa en las redes de apoyo mutuo, puesto que "se cambia o regala todo lo que ya no se utiliza y está en buen estado", para que el resto de usuarios lo pueda comprar. En el caso de los servicios, el proyecto se asemeja a los bancos del tiempo. Basta con que una persona se inscriba y ponga a disposición del resto de miembros de la red sus conocimientos y habilidades. Sus honorarios los recibirá en ecos.
Entre sus desventajas, destaca la posibilidad de acumularlos sin encontrar una oportunidad para darles salida. Este hecho podría suponer pérdidas para los comerciantes que acepten ecos en sus tiendas. Ocurriría lo mismo al resto de usuarios, en caso de no necesitar los productos y servicios que se ofrecen en las redes de apoyo.

Iniciativas similares en Europa y América Latina

Las monedas sociales no son nuevas. En 2003, en la región bávara de Chiemgau, un profesor de economía creó junto a sus alumnos el chiemgauer. En principio, fue un proyecto de instituto, pero se convirtió en una oportunidad para acabar con la desigualdad. Al menos, ése es su objetivo todavía hoy.

En Alemania se utiliza para contratar a personas desempleadas y estudiantes
Esta moneda se utiliza para contratar a personas desempleadas y estudiantes, entre otros, a quienes se paga con este dinero comunitario. También lo reciben los trabajadores de ciertas empresas, a modo de compensación, en época de crisis. Se acepta en algunos negocios locales y se aprovecha para promocionar el comercio justo, con la venta de este tipo de productos que se abonan en chiemgauers.
En Brasil, el Banco Central ha reconocido a un total de 51 monedas sociales.

Sus nombres son Cocal, Girasol, Palma, Pirapire, Tupi o Sampaio, entre otros. Tienen una cotización igual a la moneda oficial y se emplean en barrios o regiones. La estructura lleva implantada varios años y, en este tiempo, incluso se han abierto bancos comunitarios que emiten las monedas y las intercambian por dinero oficial.
En general, son los usuarios quienes diseñan la moneda con la ayuda de ONG que ejercen de coordinadoras de los proyectos. No se recurre a las vías financieras tradicionales, sino que son programas sociales que quedan en manos de estas organizaciones y de la propia comunidad. Uno de los fines es impulsar las transacciones en el barrio y, por eso, se implica a todos los ciudadanos. 
Ir a la página siguiente: Sistemas LETS »

martes, 29 de marzo de 2011

UN SERVICIO DE GUARDERÍA DE UN BANCO DE UN TIEMPO PARA LOS NIETOS DE LOS ABUELOS MIENTRAS ASISTEN A UN CURSO

Una escuela para abuelos de élite

La delegación del Mayor de Los Barrios enseña cómo cuidar a los nietos de la mejor forma posiblel  El Banco del Tiempo da un servicio de guardería para que los abuelos dejen a los nietos mientras van al curso
Elisabeth Gemar / Los Barrios 
 
zoom

Hasta 17 abuelos y abuelas de Los Barrios se están preparando para convertirse en los mejores abus del mundo.
Pilar Olivares, responsable de la delegación del Mayor, dio ayer comienzo ni menos que a la Escuela de abuelos y abuelas. Los mayores de la casa, en este caso 15 mujeres y dos hombres, disfrutaron ayer aprendiendo cómo cuidar mejor aún de los revoltosos hijos de sus hijos. Los alumnos de esta jornada inicial recibieron por los monitores el tema introductorio del curso: Convertirse en abuelo o abuela, una nueva experiencia.

La idea de este proyecto nació ante la realidad innegable de que a día de hoy los abuelos son los principales cuidadores de los pequeños cuando los padres se van a trabajar. La escuela pretende crear un espacio de formación e intercambio de experiencias dirigido a personas mayores que cuidan de sus nietos, con la intención de que adquieran conocimientos básicos y habilidades útiles para mejorar la calidad de la relación tanto con sus hijos como con sus nietos.

Qué harían los padres sin los abuelos. Actualmente éstos son los principales apoyos para los progenitores que trabajan fuera de casa. La incorporación de la mujer al mundo laboral y los nuevos modelos familiares exigen de forma inevitable una ayuda externa que atienda a los hijos. Esta ayuda es ofrecida generalmente por los abuelos que, en la actualidad, gozan de unas condiciones más favorables que hace algunos años.

Al ejercer esta nueva función, pueden surgir ocasiones en las que los abuelos no sepan cómo actuar de la manera más correcta, ya sea por las condiciones asociadas a la edad o por la diferencia generacional. Para echarles una mano en todos estos aspectos, la Escuela de abuelos y abuelas se impartirá en el centro de información a la mujer semanalmente, los lunes de 10:00 a 11:30 horas, y dividirá su temario en cuatro partes bien diferenciadas: ser abuelo en la actualidad, su papel como cuidador y educador, aspectos de salud infantil en la atención a los pequeños y aprovechamiento de ocio y tiempo libre para abuelos.

Además, la Escuela cuenta con un servicio de guardería ofrecido por los miembros voluntarios del Banco del Tiempo para que los mayores que cuidan a sus nietos en el horario de las clases puedan dejar a los pequeños a buen recaudo mientras asisten a las sesiones.

VIDEO FÓRUM EN EL BANCO DE HERENCIA

Desde el Banco del Tiempo de Herencia se está organizando un Video.Fórum que tendrá lugar el próximo 30 de marzo en la Casa de Herencia, a las 19:30 horas.
Se proyectará el cortometraje “La huella de Carmela” y el largometraje “La Belle Verte”. Además, durante el mismo, se facilitará información detallada de la actividad del BANCO DEL TIEMPO DE HERENCIA.
La participación en el cinefórum es gratuita, unicamente deberán inscribirse en:
www.bancodeltiempodeherencia.blogspot.com

domingo, 27 de marzo de 2011

TALLER SOBRE CONVIVENCIA VECINAL

La Asociación de Vecinos Las Torres-Rubí 2000 ha organizado una charla taller sobre la convivencia vecinal, los conflictos en las comunidades y el servicio municipal de Mediación. 
El acto, que está dirigido a presidentes, secretarios de comunidades y vecinos en general, se realizará el martes 29 a las 19 horas, en el local de la Asociación, situado en la calle Joan Puig, s/n, local 2. / DdR

PONTEVEDRA CELEBRA UN MERCADO DE CAMBIO


La Asociación de Desenvolvemento Rural continúa con las actividades del Banco de Tiempo de la Comarca de Pontevedra y para hoy está prevista la celebración de un mercado de cambio, en colaboración con el Concello de Poio y las oenegés Amarante-Setem, y Verdegaia.
Se llevará a cabo en la Casa Rosada de Poio, a partir de las 18 horas. Se trata de una actividad abierta al público en general y cada persona puede llevar cualquier objeto que tenga en su casa y que por cualquier motivo ya no utilice, siempre que esté en buen estado para poder ser usados por otras personas. En el citado mercado cambiará dicho objeto por otro de los que estén expuestos, de valor similar, y que le pueda resultar de utilidad.
Con este Primer Mercado de Troco, el Banco del Tiempo pretende fomentar valores de sostenibilidad, reutilización y colaboración.
Desde esa entidad, que cuenta en la actualidad con más de 110 socios, se están realizando tanto intercambios particulares como en grupo. Cualquier persona mayor de edad puede participar en dicho Banco do Tempo, contactando con la agente a través del teléfono 986 108 144, o bancodetempo@mundo-r.com.PO

EMPRESAS GALLEGAS PRACTICAN EL TRUEQUE DE SERVICIOS




Mercadillo de trueque de A Xunqueira, en Redondela. // Joel Martínez 
CARMEN VILLAR - SANTIAGO 
Antes de que se inventase el dinero, las mercancías ya circulaban, aunque para ello un tejedor tuviese que discutir por cuántos sacos de patatas cambiaría un paño de tela con un campesino. El trueque puede sonar a algo antiguo, ya que nació en los albores de la humanidad. Sin embargo ha vuelto a ponerse de moda por culpa de la crisis y de los problemas de liquidez que ésta ha provocado.
De hecho, más allá de la anécdota de ciudadanos particulares canjeando productos en un mercadillo, el trueque se ha convertido en una "alternativa" para muchas empresas, 26 de ellas en Galicia. Sobre todo se trata de hoteles de cuatro estrellas, medios de comunicación, productos de alimentación y bodegas, en su mayoría localizadas en A Coruña, pero el trueque también ha interesado al sector de nuevas tecnologías.

Claro que la gestión de la permuta de servicios y productos entre empresas no es tan simple como un intercambio de cromos de esos realizados durante la infancia con un compañero de colegio. Para poner en comunicación a las innumerables compañías han surgido intermediarios, como la pionera Compensa, en España, una firma que a lo largo de sus quince años de vida ha logrado que se apuntasen al trueque medio millar de clientes y a facturar anualmente trece millones de euros.
Marcos Ruiz, uno de los presidentes ejecutivos de Compensa, afirma que ellos prefieren llamarlo "intercambio" y no trueque, ya que "hay valores y procedimientos modernos". Ruiz explica que la empresa, creada en 1995, ha logrado un crecimiento anual lineal, aunque en los últimos tiempos "funciona mejor" porque la gente "busca alternativas". "La crisis fomenta esa búsqueda", subraya, ya que la liquidez no importa porque se paga en especie y además sirve para dar salida a stocks.
El funcionamiento de Compensa lo explica mediante tres anologías: banco, central de compras y promotora. No obstante, la primera es la más ilustrativa. Las empresas, en vez de tener dinero en sus cuentas, tienen servicios o bienes por cierto "saldo" –que se calcula a partir de su valor de mercado– que interesan a otras compañías. Compensa es la que realiza los contactos y pone en comunicación, por ejemplo, a una empresa de motos con una radio local. La primera puede querer publicidad –el servicio más solicitado– y la segunda, a cambio, sortear un vehículo entre sus oyentes.
En España, algunos clientes de Compensa, que da servicio a 14 sectores diferentes y que cobra una comisión por cada operación, son Opel, Solac o Bodegas Domecq.

jueves, 24 de marzo de 2011

ECO: LA MONEDA SOCIAL DE CATALUÑA

La moneda social es una forma de poner el dinero a trabajar al servicio de las personas y permite a la gente continuar compartiendo sus capacidades cuando la moneda convencional se estanca.

El interés compuesto y otros complejos mecanismos para “hacer trabajar el dinero” producen inestabilidad y estancamiento de la economía real o productiva, facilitando “burbujas” financieras que aceleran la economía pero acaban dejando a la gente sin dinero y sin trabajo.

Ante la complejidad del problema se buscan sofisticadas maneras de compensar los desequilibrios y así las personas se acaban poniendo al servicio del dinero. Hace poco se realizó con recursos públicos el mayor rescate de la historia del sistema financiero global.

Esta forma de economía inclusiva cobra mayor relevancia en esta época porque cada vez resulta más barato automatizar la producción, la comercialización y los servicios. Un dinero que se genera al crear trabajo y valorizar e intercambiar capacidades no aprovechadas es un buen antídoto al consumo indiscriminado que genera el crédito para consumir al que estamos tan acostumbrados.

afrontar los retos de la era digital y reconstruir el sentido de comunidad perdido en la pasada era industrial necesitamos contar con un medio intercambio que nos permita vivir, pero que no sirva para especular. Este es el sentido de la moneda social como herramienta de intercambio.”

EL ECO: más respetuoso con las personas y el medioambiente

El 95% de la moneda convencional no es creada por el estado, sino que se emite cuando las personas, empresas y gobiernos contraen una deuda con alguna entidad financiera. Con los años los deudores deben devolver mucho más de lo que pidieron. Se crea el capital principal, pero nadie crea el dinero de los intereses.

En definitiva se ha de devolver más dinero del que realmente hay en circulación. Esto afecta también a quien no está endeudado y genera una guerra comercial para obtener este dinero de los demás “competidores”. Deben recurrir a nuevas deudas, a la conquista de nuevos mercados, a la publicidad engañosa y a la sobreexplotación de recursos y personas sólo para cumplir con su compromiso adquirido. El dinero habitual tiene un diseño que nos empuja al enfrentamiento.

Por eso hacen falta alternativas que ayuden a construir un futuro realmente sostenible. Cuando usamos sistemas de intercambio comunitario no dependemos de una forma de crear dinero que nos empuja a destruir comunidades, explotar a las personas y agotar los recursos comunes. Como los ECOs no generan intereses y son creados por la propia comunidad de usuarios, al hacerlos circular podemos cubrir muchas de nuestras necesidades sin aumentar la presión sobre las personas y el medioambiente.

Monedas sociales en España. Clica aquí

miércoles, 23 de marzo de 2011

TEMPS NOSTRE ESTARÀ A LA BOTIGA DE RUBÍ

Des d'aquest proper divendres dia 26 de març fins el dia 5 d'abril Temps Nostre tindrà un espai a l'aparador, i si vols pots entrar a cercar un tríptic per informar-te del que fem i qui som.
Vine i et sorprendràs!

La Botiga de Rubí






La Botiga de Rubí-Oficina de Turisme va néixer amb la clara vocació de constituir un nou 
servei públic per a tota la ciutadania, de ser un nou mirall i aparador de la ciutat reforçant 
la seva identitat i autoestima i projectar-la de portes enfora, sent aquest un dels principals o
bjectius de la regidoria d'Identitat i Projecció Exterior.

Què ofereix?
 
- Productes propis de la ciutat elaborats amb la col·laboració de professionals i artistes locals.  
- Un espai propi per a les entitats per tal d'exposar i distribuir la seva tasca diària així com 
els seus productes propis.
- Publicacions relatives a la ciutat i a rubinencs i rubinenques de totes les èpoques.
- Informació turística local als rubinencs i les rubinenques així com als visitants que rep 
la nostra ciutat (plànol turístic, guies d'itineraris urbans, rutes naturals, visites guiades....).  
- Informació turística de tot el país.  
- Punt de reserves concertades per visitar el Museu Etnogràfic Vallhonrat.

    La Botiga en imatges


    Ampliar en una finestra emergent

    Ampliar en una finestra emergent

    Ampliar en una finestra emergent

    Ampliar en una finestra emergent

    Ampliar en una finestra emergent

    Identitat i Projecció Exterior

    On som

    martes, 22 de marzo de 2011

    NEWSLETTER MES DE MARZO DE TEMPS NOSTRE

    Forética



    En “Temps Nostre”, Banc Sense Diners, podrás dar y recibir tu tiempo y conocimiento.
    “Temps Nostre” está conformado por un grupo de personas que viven en un barrio obrero de la ciudad de Rubí, el barrio de Las Torres –Rubí 2000, que creen firmemente que el tiempo y el conocimiento son valores muy preciados que entregados para satisfacer las necesidades cotidianas de cada uno dan un sentido muy distinto a la manera en la que en nuestra sociedad se concibe el tiempo y el conocimiento. Además de que resultan muy enriquecedores para quien da y quien recibe.

    En “Temps Nostre” las personas que deseen compartir su tiempo, experiencias y conocimientos, pueden acercarse a la Asociación de Vecinos Las Torres-Rubí 2000 para hacerse Socios/as y les explicaremos cómo funciona.

    Desde Temps Nostre estamos organizando un Encuentros entre socios/as, unTaller de fotografía, una Excursión por la Montaña, una Salida al Museo, y una Clase de Facebook. ¿Y tú qué quieres ofrecer al grupo de socios/as?
    Temps Nostre estará en la Botiga de Rubí. Pásate por allí y mira en el escaparate. Te encantará

    lunes, 21 de marzo de 2011

    LA HISTORIA DE LOS BANCOS DEL TIEMPO

    Los Bancos del Tiempo son herederos del sistema LETS, creado en Canadá a finales de los años 70 y de los Time Dollar, nacidos en Estados Unidos en los años 80 que incluyen la variante valor-tiempo, sistema que permanece en al actualidad y en el que se basan los Bdt.

    Estos sistemas nacieron como forma de combatir precariedades económicas de los ciudadanos. Se extendieron desde Canadá a todo el mundo llegando a ser regulados por los gobiernos en momentos de grandes crisis económicas.

    Llegó a Europa en 1992 y fue Reino Unido quien en 1998 fundó la New Economics Foundation. Los Bdt en España tienen una importancia considerable con 180 sedes puestas en marcha. Galicia, con 70, se mantiene a la cabeza.

    EN ZAMORA SE PONE EN MARCHA EL BANCO DEL TIEMPO

    El banco del tiempo se pone en marcha en Zamora con medio centenar de socios

    Cuidar animales, dar clases de informática o realizar pequeños arreglos de bricolaje son algunas de las actividades que se ofrecen y demandan

     




    Rosa Encinas y Teresa Fuentes, miembros de la directiva del banco del tiempo. <br />
    Rosa Encinas y Teresa Fuentes, miembros de la directiva del banco del tiempo.
      Foto Javier de la Fuente
    B. BLANCO GARCÍA

    En solo tres meses de vida, la iniciativa del banco del tiempo en Zamora ha logrado sumar medio centenar de socios en la capital, que ya se movilizan para intercambiar sus horas libres por tareas que se demandan desde la asociación, donde el dinero, aunque parezca extraño, no tiene valor, solo el tiempo.


    Desde el equipo directivo, su presidenta, Teresa Fuentes, asegura que el grupo que puso en marcha esta idea a mediados de diciembre del pasado año «lo está disfrutando mucho» y que su objetivo es «transmitir a la gente ese entusiasmo que tenemos, para que se impliquen y lo vivan de esa manera, porque es realmente bonito y satisfactorio creer en algo y llevarlo adelante».

    Los miembros del banco del tiempo son un grupo muy heterogéneo, aunque priman las mujeres. «Tenemos gente de todas las edades, hasta de más de setenta años», precisa Fuentes, satisfecha con la participación de la gente de la tercera edad. También son muy variadas las actividades, tanto las que se ofrecen como las que se demandan, divididas en labores para la propia asociación, otras relacionadas con animales y plantas, cuidados de personas, acompañamiento, asesoramiento, salud, deportes, estética, idiomas, informática, manualidades, naturaleza, música y baile, pequeñas reparaciones del hogar y tareas domésticas o administrativas.

    La lista completa de actividades se puede ver en el blog que ha puesto en marcha la asociación (http://bancodeltiempozamora.blogspot.com). «Allí tenemos colgados todos los servicios, con un listado bastante extenso», comenta la presidenta del banco del tiempo en Zamora, quien reconoce que es también una excusa «para implicarse en el proyecto, aunque sea de una manera virtual».

    «Hay gente que va con las ideas muy claras, pero a otros les cuesta sobre todo decidir qué necesitan de los demás y se quedan en blanco. Por eso es bueno echar un vistazo a la lista que está publicada en el blog, a la que se le puede añadir todo lo que se desee», sugiere Fuentes.

    Miriam Gallego es una de las que ya se ha decidido a formar parte de este banco del tiempo. «Me gustó mucho la idea y, además, como vivo sola, tengo a alguien que me pueda ayudar si necesito algo», reconoce. De su corta experiencia, ya ha dado clases de informática a una persona mayor y, a cambio, ha recibido el arreglo de una falda, «a la que no le sabía poner una cremallera», explica. Aprender a patinar es otra de sus peticiones «aunque no sé si encontraré profesor», admite.

    Cristina Moros, otra de las socias, por el momento no ha podido ofrecer su tiempo, pero sí se ha beneficiado de la asociación, ya que otra usuaria está actualmente atendiendo a su gata «Pain». Cuidar niños y dar clases de apoyo escolar son sus ofrecimientos.

    Manuel Gallardo, uno de los pocos hombres que participan en el proyecto, acaba de invertir su tiempo en una de las actividades más curiosas: dar clases de conducir a una socia que hacía años que no cogía el coche. «Ahora mismo estoy en paro, así que tengo todo el tiempo del mundo», admite este socio, que ha pedido aprender a realizar rutas de senderismo y dar masajes. Reconoce que es extraño estar en una asociación «donde el tiempo es la moneda de cambio, porque ahora todo se mueve por dinero. Sin embargo, en este grupo ni siquiera hay que pagar una cuota».

    «De lo que se trata es de participar», explica la presidenta, «por eso siempre se les pregunta de cuánto tiempo disponen para el banco a la semana», una media que se sitúa en las dos o tres horas semanales. «Con la actividad frenética que llevamos es complicado sacar tiempo, pero en seguida se dan cuenta de que es algo muy gratificante y llega a enganchar», añade Fuentes, satisfecha con la marcha que lleva la asociación en su corta existencia. «Sé que vamos por el buen camino, porque cuando tienes una idea y merece el esfuerzo, termina saliendo», asegura con una sonrisa en la cara.

    viernes, 18 de marzo de 2011

    CRUZ ROJA PROMUEVE SUCURSALES DEL BANCO DEL TIEMPO


    La iniciativa, liderada por el PSOE, comienza a andar con 60.000 euros de presupuesto

    Hay quienes son unos manitas con la brocha y otros que tienen toda la tarde desocupada y podrían dedicarla a cuidar a una persona mayor. Y a lo mejor el primero no sabe con quién dejar al abuelo mientras va a hacer unas gestiones; y el segundo necesita pintar una habitación, pero es un manazas. Solo hace falta que ambos entren en contacto para que se solucionen dos problemas. Así, con el 'cambio clases de informática por un rato de conversación en inglés', nacieron los bancos del tiempo. 
     
    En muchas ciudades, entre ellas Valladolid, se ha institucionalizado gracias al respaldo de los ayuntamientos, aunque el trueque de servicios por servicios, o favores por favores siempre ha existido. Hasta hoy, el medio rural no ha necesitado intermediarios para que un vecino ayude al más anciano a cambio de un rato de conversación llena de sabiduría, pero los tiempos cambian y los pueblos pierden población y recursos.
    El sistema por el que los ciudadanos intercambian sus horas y sus conocimientos sobre las mas variadas materias de forma gratuita conocido como Banco del Tiempo tiene su origen en los experimentos del anarquista norteamericano del siglo XIX Josiah Warren y contará en breve con sucursales en los pueblos de Valladolid. El objetivo: ampliar y 'comarcalizar' el trueque de toda la vida, conseguir que la mirada no se limite a la casa de enfrente y se amplíe al pueblo de al lado. 
     
    El PSOE provincial ha logrado sacar adelante la iniciativa tras tres años de enmiendas, preguntas plenarias y reclamaciones aprobadas pero no ejecutadas. Aunque hasta dentro de unos días los partidos no se reunirán para debatir el cómo y el cuándo, la institución provincial ha consignado 60.000 euros en 2011 para poner en marcha este particular banco en el que la unidad de intercambio no es el dinero habitual, sino una medida de tiempo.
    Además de los centros de acción social de la Diputación (CEAS), la propuesta socialista contempla un convenio de colaboración con Cruz Roja, institución que no solo dispone de una amplia red de voluntarios especializados en labores sanitarias y asistenciales, sino que cuenta con trece asambleas locales repartidas por todo el territorio provincial y ubicadas en Alaejos, Cigales, Íscar, Laguna de Duero, Mayorga, Medina de Rioseco, Medina del Campo, Mojados, Olmedo; Peñafiel, Portillo, Tordesillas y Tudela De Duero. 
     
    Fomentar la cooperación 
     
    «Estamos convencidos de que no solo es posible, sino que será un medio para fomentar las relaciones sociales, la cooperación y la puesta en marcha de nuevas formas de autoayuda que mejoren la calidad de vida de los vecinos del medio rural», explica el portavoz del PSOE, Juan José Calzada, principal impulsor del Banco del Tiempo en la provincia de Valladolid.Esta peculiar 'entidad bancaria' lleva ya cerca de cinco años funcionando en Valladolid capital a iniciativa del Ayuntamiento. Tiene su sede fija en La Victoria, aunque cuenta con sucursales en Pilarica y Barrio de España, y en la actualidad suma más de 300 usuarios que han hecho posibles más de 2.000 intercambios. 
     
    Los servicios más demandados en estos barrios son el intercambio de masajes, el cuidado de personas mayores, la informática, la costura, los desplazamientos en coche, la ayuda en las tareas del hogar, las reparaciones o los idiomas, aunque la ventaja de este sistema es su versatilidad: solo hay que pedir, ofrecer y perder el miedo a ayudar y que te ayuden. 
     
    Partiendo de esta premisa, los socialistas han diseñado una propuesta de intercambios - «la moneda de cambio es la hora, independientemente del servicio que se ofrezca o se reciba. Todos los servicios tienen el mismo valor, porque todo vale el tiempo que se tarda en hacerlo»- que podría ser el punto de partida. «Hemos solicitado una reunión a la diputada de Acción Social para empezar a trabajar en los pueblos y a generar redes de intercambio», concluyen.