Los
vecinos de Casería de Montijo que iniciaron las tareas de limpieza de
las riberas del río Beiro no se conformaron con hacer caminos por los
que poder acceder desde el barrio hasta el río y poner en marcha un
conato de explotación agrícola. Ahora dos meses después, han roturado
once pequeñas parcelas que han convertido en huertas con sus chozas de
cañas y retamas, vallas de arbustos y canales para regar que utilizan
el agua del río. Todo un complejo de cultivos tradicionales que ya da
algunas hortalizas y que con el inicio de la primavera tendrá sus
primeras cosechas.
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