lunes, 5 de marzo de 2012

LA BUENA EDUCACIÓN

Por Cristina Almirall.
Seamos conscientes: El problema del medioambiente es harto complicado porque muchos de nuestros hábitos son nocivos para éste.

Nuestro modelo de vida supone un gasto de recursos naturales y energéticos cada vez más creciente y a este paso insostenible.

Algunos efectos de la crisis ecológica ya son claramente perceptibles: aumento de las temperaturas, agujero en la capa de ozono, desertificación, acumulación de residuos radiactivos, extensión de enfermedades, insalubridad del agua dulce, inseguridad alimentaria, agotamiento de los recursos renovables y no renovables, etc.

Lo fuerte es que el despilfarro de unas sociedades repercute directamente en la pobreza de otras y ésto contribuye al deterioro ambiental general. Es decir, unas sociedades somos corresponsables de las otras y a la inversa.

Para combatir los efectos de la mano del hombre en el medio ambiente, es necesaria la educación ambiental de los ciudadanos de todas las edades y de todos los agentes sociales, económicos y políticos. La educación ambiental ha de tener una presencia imponente en nuestro día a día porque su impacto tiene consecuencias en la la vida en todo el planeta.

En 1992, en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, se evidenció la magnitud de los problemas ambientales globales, cuestión que indica aún hoy la importancia que tiene su tratamiento desde la Educación Ambiental.

La Educación Ambiental implica tener en cuenta no sólo los problemas clásicos relacionados con la contaminación o vertidos, el ahorro energético, la conciencia del valor del agua, la preservación de la naturaleza sino también los factores sociales, culturales y económicos que se han convertido en determinantes. La clave está en optar por un modelo de desarrollo sostenible.

Así las acciones educativas y de sensibilización ambiental, ligadas al medio urbano y natural traen consecuencias favorecedoras para el día a día y el mañana. Las actividades de sensibilización, conciencia e información ambiental son importantes para que los ciudadanos se acerquen a la realidad de nuestro medio natural para favorecer su comprensión y fomentar cambios de actitud que favorezcan su respeto y conservación.

Está claro: Como ciudadanos podemos contribuir a mejorar o empeorar el estado del planeta, en lo social y en lo ecológico. Y la educación ambiental es una oportunidad para ello.

Más información:

Algunas de las actividades que pueden desarrollarse para la educación ambiental son:

-El mantenimiento de huertos urbanos y viveros
-El desarrollo de cursos de formación donde se preparan esquejes de matorral, arbustos y árboles mediterráneos.
-La repoblación forestal.
-La formación en materia de Educación Ambiental.
-El voluntariado ambiental.
-Las campañas de sensibilización en materia de medio ambiente natural y urbano.
- El consumo responsable como la recogida de móviles, la recogida de tonners, la campaña de navidad, la compra de productos locales, la promoción para la compra de productos que no han sido elaborados en condiciones de abuso mediambiental o de las personas que lo han hecho, etc.
-Las Campañas de actuación con motivo del Día del Árbol, Día de la Tierra, A Limpiar el Mundo, etc.
-Charlas de consumo y ecología dirigidas a colectivos, asociaciones y población en general que estén interesados en el Medio Ambiente.

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